miércoles, 23 de enero de 2013

Un siglo de joyas

En 1.885 mi bisabuelo, Luis Forteza Bonnin, abrió un pequeño local dedicado a la fabricación y venta de joyas. Eligió para ello una céntrica calle su ciudad, Palma de Mallorca, y en poco tiempo se convirtió en una de las joyerías de referencia en la sociedad mallorquina de finales del siglo XIX.
Una burguesía en auge formada por pequeños industriales y comerciantes, y familias pertenecientes a la nobleza fueron los primeros clientes de Luis Forteza. También lo fueron las clases más populares ya que en Mallorca las joyas tradicionales (botones, cordoncillos de oro, bauletas, pulseras barbadas, cruces de calatrava y rosarios) siempre han gozado de gran aceptación en todas las clases sociales.

Factura antigua
Factura de Luis Forteza, 6 de Septiembre de 1895